Cartas que no se envían

No os ha pasado nunca que escribís una carta, pero luego nunca llegáis a enviarla?
A mi sí, en más de una ocasión, unas veces por "mandra" que si el sello, el buzón,... ahora que todo es electrónico y esa excusa ya no vale, me planteo si las cartas que no llegué a enviar fue precisamente porque no quería hacerlo... a veces escribo a amigos, a los de verdad, y les cuento cosas de cómo me siento, dudas que me planteo, inquietudes, pero en la mayoría de ocasiones, una vez desahogada el alma, no llegan a su destinatario.
Por qué? creo que es que siempre me queda la duda de si se va a interpretar lo que realmente quería expresar sin ir más allá, de si realmente quiero que alguien más sepa como estoy (autoprotección) y en última instancia, porque la vida me ha enseñado que nada eterno, amistad incluida, y quien sabe si mañana se pierde esa amistad que hará la otra parte con la información recibida. Soy más desconfiada de lo que pensaba, y eso en ocasiones es un problema, en otras en cambio me ha salvado de más de una: una cosa por la otra
Esta podría ser una de esas cartas que no llegan a salir, que una vez releída acaba en la papelera o en mi bandeja de entrada, con reflexiones como asunto, pero no hoy, hoy esta es una carta que sí que se envía
Un abrazo