Esos hermanos de sangre

No, no son locuras de juventud de nuestros padres, ni secretos ocultos de nuestras madres, son los mosquitos!
Año tras año se empeñan en visitarnos, cada vez llegan antes y se van después, cada vez aparecen más pronto por la tarde y se quedan hasta bien entrada la mañana, pueden certificarlo las numerosas marcas de mi cuerpo.
A mi no me importa dar un poquito de mi sangre, en serio, ni el pequeño pinchacito, pero lo que sí que me molesta, mucho, mucho, es pasarme hasta dos semanas por picada con un picor terrible, que puede convertirse facilmente en una herida. Soy muy propensa a que me pique cualquier clase de insecto, les atraigo de una manera especial y sigo sin saber el porqué, pero es un verdadero fastidio.

Un abrazo


pd. Como podéis imaginar he probado toda clase de cremas, lociones y potingues, en alguna ocasión he tenido que recurrir incluso a los antihistamínicos por la cantidad (y la calidad) de mis picadas, por supuesto las cremas con cortisona también pasaron por mis manos sin mejores resultados que lo anterior y este año, por fin, parece que he encontrado algo que me va bien de verdad: aceite del árbol del té. Una gotita, un pequeño masaje en la zona y a parte del pecuiliar olor que desprende, desinflama y reduce el picor.